“ Ella era un libro en blanco, Él, el mejor escritor...
Cada día escribía, delicadas, delicadas notas de amor, mientras ella soñaba y disfrutaba de su calor, imaginado que el amor por fin encontró...
Los días pasaban y aquellas hojas blancas se llenaban con poemas, poemas de amor, poemas que llegaban del corazón y que plasmó con aquella tinta de amor, mientras ella soñaba, sonreía y disfrutaba de su amor...
Un día todo cambió, Él ya no escribió más y aquellas hojas quedaron marcadas con lo que un tiempo salió de su corazón...
Ella ya no sueña más, solo imagina dolor, su sonrisa en el aire se desvaneció, sus hojas blancas quedaron marcadas con la tinta del amor, amor que no existe más, y que solo las lágrimas del corazón podrán borrar, borrar pero nunca olvidar...
Ella era un libro en blanco, Él, era el mejor escritor... ”
Es triste poner punto y final a capítulos de nuestra vida, pero si no lo hacemos, no podremos escribir nuevas y mejores historias.
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